viernes, 18 de diciembre de 2015

TERMINÓ LA BATALLA CULTURAL: PERDIERON

Por @sershus

El diccionario kirchnerista nos inoculó (como Estados Unidos a Chávez), un cáncer de terminología anacrónica, aburrida, complicada y completamente anti marketinera. Una de ellas fue "La Batalla Cultural".

Dícese Batalla Cultural a todo acto y/o discurso utilizado para justificar acciones antidemocráticas por un grupo social autodenominado progresista.

Por ejemplo, la justificación de la existencia de 678 en la televisión PÚBLICA, se enmarca dentro de lo que llaman "Batalla Cultural".

678 es apenas un ejemplo color fluo de un rasgo general de la década simbolizada referido a algo mayor que es la apropiación del estado por parte de un partido político, casi comparable a la apropiación de niños en la dictadura.

Es justo decir que no hubo gobierno en democracia que no haya convertido a la televisión pública en un aparato de propaganda oficialista, pero nadie se animó, como 678, a utilizar métodos fascistas. Otros ejemplos son los de TELAM, directamente utilizado como herramienta para destruir voces disedentes, pero también hechos más simbólicos como convertir el 24 de marzo o el 10 de diciembre en actos partidarios. Es decir, se apropiaron hasta de la Plaza de Mayo o el grotesco de la cuenta de tuiter de La Casa Rosada.

Hoy, ante la derrota y triste realidad para muchos funcionarios que vivían en el estado como si fuera su propia casa, estamos presenciando la transición de una batalla perdida (la cultural) a una guerra imaginaria desde la clandestinidad (La Resistencia), pero en ese proceso de transformación, aún quedan resabios de pelea anterior o de especie de Resistencia Desde Adentro.

El penoso papel victimario de 678 para que se mantenga al aire aduciendo "censura" quedaría en la historia como una de las auto-humillaciones más grandes de la historia del periodismo, si no fuera porque hicieron tantos papelones por semana que ninguno en particular será recordado por nadie (más allá de por sus víctimas reales).

El kircherismo llamó Batalla Cultural a cambiar los valores. Nunca negaron que se apropiaron del estado, la victoria de La Batalla Cultural era pasar a que está bien que el gobierno sea el estado.

No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas de que en el "núcleo duro" (a quienes no llamaré fanáticos porque conozco a 2 personas que no lo son), ese mensaje caló hondo, y encontraron allí una especie de revelación.

Pero tampoco tengo pruebas ni dudas de que una de las razones importantes por las que perdieron es por intentar inculcar esa batalla fascista diciéndonos fascistas a quienes creemos, y estamos convencidos de que estado y gobierno son cosas distintas. Y que ese es un valor fundamental, básico y pilar de la democracia.

Los resultados están a la vista. La Batalla Cultural terminó en derrota. ganaron los buenos.




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