martes, 22 de diciembre de 2015

EN LA CRESTA ROJA DE LA OLA

Por @sershus

La ecuación es conocida: durante la década ganada les dieron miles de millones en subsidios a un negocio, la venta de pollos, que además era rentable. Sin embargo quebraron la empresa. Por falta de control (muy AFA) y por robársela todo (muy todo). Al final de los caminos maltrechos las cosas estallan. Como  el tren de once, como la inflación alta, como estados provinciales sin arcas, como los mismos autos que vuelan por las rutas poceadas.

El robo y la ineficiencia no son sustentables.

Venimos de la cultura del vale todo. Por reclamar justos derechos se afectan los justos derechos ajenos. Nos llenaron la cabeza con que está mal desalojar un piquete que te corta el ingreso y egreso al país.

Cambiemos prometió también cambiar también sa cultura. Cambiarla no será como jugar al juego de la oca. Habrá piedras y gases, habrá heridos y ojalá nada más, ojalá ni siquiera eso, pero no lo veo posible. Ya hay piedras y heridos, ya hay reclamos justos e infiltrados. Ya hay gendarmería intentando un desalojo, ya hay procedimientos correctos y excesivos.

Pero resistir también es resistir la cultura obsoleta que nos dejaron. Resistir a la crítica, a las operaciones, a los intentos de que se cumplan sus presagios. Nadie dice que iba a ser fácil. Hay que se inteligente y hacer las cosas bien.

Todo desastre que se sostiene en el tiempo tiene un costo. Habrá que tratar de disminuirlo a su máxima expresión, y por sobre todo ser muy inteligente. Votamos eso. Ahora resistan usando la cabeza,

Íbamos directo al abismo (de nuevo).






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